Por otro lado, pese a que esta es una página Pro-BARF, hemos querido compartir algunos de los inconvenientes que tienes este tipo de dieta para que los tengas en cuenta antes de empezar:

• Conlleva más tiempo. Evidentemente, alimentar a tus perros con comida natural lleva más tiempo que simplemente abrir una bolsa y darle su ración de pienso. Aunque la diferencia en tiempo no es tan grande al ser comida cruda, sigue suponiendo un mayor esfuerzo.

• Hay que informarse. Si bien no es necesario ser un experto en nutrición para darle este tipo de comida a tu perro, hacer una dieta natural supone leer e informarse bien de que nuestro perro está recibiendo todos los aportes que necesita y que estamos siguiendo unas medidas de seguridad mínimas.

• Espacio en el congelador. Si no queremos ir a comprar cada dos por tres, necesitaremos un congelador un poco grande para poder congelar la carne y así evitar posibles parásitos.

• Es incómodo a la hora de viajar. Ten en cuenta que cuando viajes o cuando tu mascota quede al cargo de otra persona, es posible que te cueste un poco más adaptarse. No es tan dfícil, y desde luego, aunque no es la idea de la dieta siempre puedes recorrir a la socorrida comida enlatada, pero... hay que reconocer que realizar la BARF mientras viajas no siempre es lo más cómodo si no tienes un poco de organización.

• Es más sucio. Las bolitas no te manchan el suelo cuando tus perros comen, la crema de verduras o el filete sangriento... sí. No es un gran dilema, muchos perros lamen el suelo hasta dejarlo reluciente. Pero debes tener en cuenta que es buena idea tener una fregona cerca, por lo que pueda pasar.